Hoy siempre ha sido hoy.

Hoy regresó una y otra vez

hoy era mañana
hoy era la próxima semana
hoy era dentro de un mes
hoy era año nuevo

hoy era mi voz deteriorándose
hoy era mis arrugas
hoy era mis enfermedades

hoy siempre ha sido hoy
y hoy es mi muerte.

Invitarla a cenar, al cine, al teatro...

Hoy, en lugar de follar,
quiero nadar por el arroyo que se forme entre tus pechos
cuando dejes caer el agua desde tu boca.

Y dejarme llevar por la corriente,
sorteando el ombligo,
hasta tropezarme con la grieta más hermosa de tu cuerpo.
Y desde allí, penetrar en la capa de piel que te cubre.
Acariciarte por dentro.
Dormir acurrucado en tus órganos.
Examinar tus entrañas.
Esquivar tus huesos, detenerme en cada rincón.
Estudiar tus músculos y beber tus fluidos.

Quiero indagar en lo más profundo de ti,
navegar una a una sobre tus venas
y amarrar en tu corazón.
Adentrarme en tu cabeza.
Acompañar a tu mente,
conocerla.
Invitarla a cenar, al cine, al teatro.
hacerla reír
y dormir abrazados.

Todo esto, en lugar de follar.
Por favor.

Sueño erótico.

Pude ver las huellas que había dejado la noche.
Se fue,
y con ella,
tu cuerpo.
Que trabajaba sobre el mío mientras físicamente dormía.

Con la noche se fue tu pelo,
que se enredaba entre mis dientes,
mientras entre la pared y mi pecho,
estabas tú.
Formabamos una composición perfecta.

Fundí mi silueta en tus curvas,
y rozamos la perfección geométrica.
La sinfonía de la pasión se escondía en cada gemido
que lanzabas entre sonrisas y miradas..

Recuerdo, la flexibilidad de tus piernas,
en mis hombros como pilares,
creando la arquitectura inocente del amor.

Incluso recuerdo,
cómo lentamente te rebajabas,
para vigilarme desde abajo,
inaugurando un acto guarro y lleno de delirio.
Compensado por la sensibilidad
con la que hundías tus uñas en mi espalda.
Dibujando señales que esta mañana,
fuera de mi fantasía,
todavía se distinguían frente al espejo.

Fuimos arco y flecha unidos,
batallando las sabanas que se entrelazaban
con nuestros huesos.

Fuimos animales eufóricos.
Pinceladas en una habitación de luz tenue,
que hacía de las sombras un acertijo,
y del acertijo una falsa apariencia.

Y al final,
caíste sepultada después de tocar la gloría,
siendo testigo de la paradoja del sexo.


Me desperté.

Pensamiento poético.

"Cubrid la luna de espejos

y se acabará la noche."

Gritó un loco.

Y con su locura dijo:

No quiero más noches,

porque no quiero dormir,

ni quiero soñar.

Mis deseos su producen mientras sueño,

y no soy yo

sino mi imaginación,

quien recorre y disfruta

mis sueños.

Mientras duermo,

las metas que persigo

las ambiciones que consigo

son pasajeras,

todo es efímero.

Mientras duermo,

estoy en coma.

Amarrado.

Proyectando fantasías inaccesibles.

Por ello, pienso:

que sin la noche no dormiré,

y si no duermo no soñaré.

Y tendré que perseguir mis sueños

en el mundo real,

siendo libre y dispensado

para cumplir mis deseos,

mis fábulas,

mis utopías,

mi vida.

Día tras día,

repetía esto el humano

pero que más da,

estaba loco.

Los polos opuestos son estúpidamente atraídos.

Tú dedícate a contemplar pinturas surrealistas,

yo intentaré aguantar esos programas de corazón.

Luego piensa y recuerda comentarios sobre lo que ves,

yo haré lo mismo.

Después nos veremos en algún café.

Y como prólogo de nuestro acto más humano,

podríamos compartir

nuestras opiniones desentendidas.

Y reírnos un rato,

burlándonos y comparando lo poco que sabe uno

de lo mucho que él otro admira.

Es muy probable que después de escucharte

quiera arrancarte los ojos,

pero tranquila, estas ganas se esfumaran muy pronto.

Tan pronto dejes caer tu tirante rojo.

No lo tengas en cuenta.