NO SON LAS DOCE
Suena el campanario y no son las doce.
Vestidos negros, caras largas.
La tristeza lidera y los demás avanzan.
Hoy se ha muerto alguien.
Pasos de susurros,
de llantos fingidos
de amigos queridos.
Pasos de la gente.
Crepuscular mirada
Y como cada mañana,
pero esta vez diferente,
estoy vacío...
Y ahora me doy cuenta:
Hoy se ha muerto alguien,
y ese alguien, soy yo.
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